Miguel de Cervantes


Don Quijote de la Mancha

Considerado en su conjunto, el  Quijote  ofrece una anécdota bastante sencilla, unitaria y bien trabada: un hidalgo manchego, enloquecido por su desmedida afición a la lectura de libros de caballerías, decide hacerse caballero andante y sale tres veces de su aldea en búsqueda de aventuras, siempre auténticos disparates, hasta que regresa a su casa, enferma y recobra el juicio. Sin embargo, el conjunto de la trama no está diseñado de un tirón, sino que responde a un largo proceso creativo, de unos veinte años, un tanto sinuoso y accidentado: cabe la posibilidad de que Cervantes ni siquiera imaginara en los inicios cuál sería el resultado final

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